Thimpu es la capital del país y hogar de la familia real, esto hace que sea el valle más poblado. Las 16 suites que componen el lodge Amankora de este valle, construido al estilo de un dzong tradicional, son la base perfecta para explorar la ciudad de Thimpu al mismo tiempo que se disfruta de la naturaleza.
Paro, es el valle al que llegarán los viajeros ya que en él se encuentra el Aeropuerto Internacional. Es uno de los más conocidos gracias al monasterio Taktshang o Tiger’s Nest, una excursión de 4 horas imprescindible. El lodge Amankora de este valle está formado por 24 exclusivas suites decoradas de forma rústica sin perder un ápice de modernidad, desde la sala del hotel los huéspedes disfrutarán de las vistas de la ladera blanca de Jhomolhari y desde su spa se verán rodeados del bosque en el que se asienta el lodge.
Punakha está menos elevado que el resto de valles que visita el viajero, por eso su temperatura es más cálida y en él se cultivan la mayor parte de verduras y frutas del país. Tras cruzar los ríos que surcan el valle, por un puente colgante decorado con las clásicas banderas de plegarias budistas, Mo Chhu y Pho Chhu, el viajero llegará al lodge Amankora. El hotel se ha construido a partir de una antigua granja, con únicamente 8 suites y una infinity pool con vistas a los campos de arroz.
La aldea de Gangtey se encuentra en el valle de Phobjikha, el hogar de invierno de las grullas cuellinegras, una especia protegida. El lodge de Amankora en este valle tiene unas fantásticas vistas del monasterio Gangtey Goemba del siglo XVI y se encuentra dentro del Parque Nacional Black Mountains.
Bumthang es el valle más oriental de todos los que recomendamos visitar, el lodge de Amankora tiene 16 suites y comparte jardines con el Palacio Wandichholing, residencia de los reyes de Bhutan. Esta zona del país está salpicada de bosques de pinos y granjas y es conocida por sus fábricas artesanales de queso, miel, licores, mermeladas, etc.