Frutas exóticas para saborear en viajes al Sudeste Asiático
Uno de los elementos que más inquieta a los viajeros en un itinerario por el sudeste asiático es la comida. La diferencia de la comida asiática a la comida mediterránea es notoria en sabores, colores y texturas.Las verduras crudas o cocinadas al vapor son un ingrediente principal en muchos platos asiáticos, el arroz blanco es un clásico en las comidas y cenas, pero lo más llamativo y lo realmente diferente es su fruta. En los mercados del sudeste asiático, existen frutas exóticas de llamativos colores y diferenciados sabores, que rara vez las podemos encontrar en nuestros mercados o fruterías.
Durian, por su singular sabor y su característico mal olor o te encanta o te espanta. Como curiosidad, está prohibido llevarla en el transporte público de muchos países asiáticos por el mal olor que desprende. En Indonesia se considera que tiene propiedades afrodisiacas y en Tailandia dicen que calienta tu cuerpo haciéndote sudar.
Longan, conocida como ojo del dragón se suele encontrar en los mercados de Indonesia y Tailandia es bastante dulce y se suele utilizar como ingrediente en postres e incluso en sopas.
Mangostán, originaria de Indonesia tiene un sabor agridulce cítrico, también es conocida como Fruta de la Reina, ya que según una leyenda la Reina Victoria de Inglaterra ofreció una gran recompensa a quien pudiera traerle esta fruta.
Fruta del Dragón, conocida como Pitahaya o Pitaya, tiene una pulpa blanca con pequeñas pepitas negras es suave y dulce se encuentra fácilmente en los mercados de Tailandia y Vietnam.
Rambután, originaria de Malasia aunque extendida por el sudeste asiático esta fruta exótica tiene sabor dulce y la pulpa es blanca y jugosa.
Santol, originario de Indochina su pulpa se come cruda y al natural pero también rallada en la cocina tailandesa, es uno de los ingredientes principales de los curris.
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