Si nos remontamos a la fascinante época de la Civilización Jemer, el imperio de Angkor fue el reino más poderoso por su esplendor, su enorme riqueza arqueológica y cultural.
Porque sabemos que los pequeños detalles marcan la diferencia, y siempre con la premisa de aportar experiencias únicas e inolvidables a los viajeros que nos eligen como DMC de viajes en Asia, hemos modificado nuestros principales itinerarios de viaje por el Sudeste Asiático.
Para los viajeros que buscan itinerarios de aventura o extensiones que aporten una experiencia única destacamos algunas de nuestras más sorprendentes opciones.
Una de las grandes motivaciones a la hora de elegir el destino de viaje en el sudeste de Asia es sin lugar a dudas la diferencia cultural.
El río Mekong está considerado como el octavo río más largo del mundo. Nace en la meseta tibetana y en su largo trayecto pasa por 6 países asiáticos hasta desembocar en Vietnam.
Camboya cuenta con una de las costas más desconocidas y sorprendentes del Sudeste Asiático. Un destino en auge, que además de ofrecer a los viajeros itinerarios de viaje con lugares fascinantes y llenos de magia como Angkor, también ofrece la posibilidad de disfrutar de un destino de playa con zonas tan exclusivas como las Isla Privada Song Saa.
Uno de los elementos que más inquieta a los viajeros en un itinerario por el sudeste asiático es la comida. La diferencia de la comida asiática a la comida mediterránea es notoria en sabores, colores y texturas.
Ta Phrom, es uno de los templos más destacados en el complejo de Angkor, aunque anteriormente ya hemos hablado de los templos de Angkor, no es casualidad que Ta Phrom haya sido el escenario de la película Tomb Raider interpretada por Angelina Jolie.
Los templos de Angkor, son el principal atractivo de un viaje a Camboya. Angkor Wat, es la representación de la cultura Jemer, una de las mayores civilizaciones del Sudeste Asiático, pero cuando visitamos este gran complejo con sus estatuas, tallas de piedra y fantásticas criaturas mitológicas, un halo misterioso nos envuelve durante nuestra visita, dejando volar nuestra imaginación a lo que un día fue la ciudad sagrada del imperio Jemer y que tras 600 años de prosperidad y crecimiento fue abandonada a su suerte, dejando que la selva engullera su esplendor.